Sabemos que ningún exceso es bueno en la vida, y en
este caso también se aplica. Abusar en el consumo de
dulces puede parecer no llevar a nada dañino, sin embargo, los
problemas en aquellos que se obsesionan con ellos pueden ser muy serios.
Muchas veces hemos oído decir lo bueno que resultan
los dulces para curar la depresión,
específicamente los chocolates, y esto, porque su consumo genera un aumento de
los niveles de serotonina en el cerebro, lo que a su vez eleva el estado de
ánimo de las personas.
Se sabe que los dulces son alimentos que poseen muchas
‘calorías vacías’, las mismas que generan aumentos en los niveles de grasa del cuerpo, acrecentando las
posibilidades de enfermedades cardíacas. Por otro lado, la posibilidad de
caries aumenta ostensiblemente entre quienes consumen estos productos, así como
un alto riesgo de contraer diabetes.
Pero quizás una de las consecuencias más serias que
trae consigo el consumo de dulces en exceso, es la disminución de los glóbulos blancos de nuestro
organismo, que como bien sabemos, son los encargados de protegernos contra los
virus y bacterias, dejándonos a merced de ellos.
Debido a su sabor placentero, el consumo
indiscriminado de dulces puede llevar a las personas a generar una adicción por éstos, y que al mantenerlos en un
estado constante de sobre excitación debido a la elevación de la serotonina,
ocasionará una gran depresión al
no consumirlos.
Sabemos que cualquier tipo de dependencia es dañina, y la que se crea debido a
los dulces puede ser tan peligrosa como la del cigarrillo, la
cafeína o los medicamentos y las drogas.
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